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¿Por qué se retira un árbol de la ciudad?


29 enero de 2019

La presencia de una alta cobertura arbórea en ciudades es de elevada importancia debido a que produce una reducción de la temperatura mediante la reducción de la insolación y aumento de la transpiración, además de una reducción de la contaminación por la captación y el efecto de filtrado del aire. Por otro lado, a nivel patrimonial los árboles suponen una inversión a largo plazo, ya que aumentan su valor con el paso de los años, a diferencia del mobiliario urbano. Finalmente, también presentan un importante valor cultural ya que forman parte del paisaje urbano específico de las ciudades.

Dentro de este contexto, el Servicio de Parques y Jardines del Ajuntament de Palma es la entidad responsable de la gestión del arbolado en el municipio. Dentro del plan de gestión del arbolado de Palma encontramos medidas preventivas y medidas correctivas. Dentro de las medidas correctivas, el plan de gestión de riesgo del arbolado evalúa el riesgo de cada árbol y establece un protocolo de actuación en función del mismo. Dicho riesgo se estima en función del espacio disponible, los defectos estructurales del individuo, de las características del emplazamiento y de la afluencia de ciudadanía, la presencia de enfermedades, la vitalidad del árbol y la especie arbórea, entre otros. Los árboles que no tienen altos niveles de riesgo se revisan periódicamente, mientras que los que tienen riesgo inminente se actúa de inmediato.

La retirada de un árbol es la última medida contemplada dentro del plan de gestión de riesgo del arbolado. Por ello, sólo se retiran los árboles que suponen un peligro para la ciudadanía y sobre los que no se pueden realizar medidas de atenuación (poda, arreglos, etc). Por otro lado, también es motivo de tala aquellos árboles abatidos por fuertes vientos con rotura de tronco o de ramas principales que alternan el equilibrio estructural del árbol y pueden afectar a futuro su estabilidad. Dentro de las especies de árboles talados a causa de incidencias, Melia azedarach, Ulmus Pumila y Pinus halepensis son las que más incidencias han tenido en el último año.

Este próximo año está previsto que se realice un análisis en profundidad que permita evaluar las especies más problemáticas y constatar los efectos del cambio climático sobre el arbolado vial. Por ello, está previsto que en el presente año se elabore un informe exhaustivo en el que se establezcan qué especies deben ser revisads en cada emplazamiento.

El regidor de Infraestructuras i Accesibilidad del Ayuntamiento de Palma, Rodrigo A. Romero, asegura que "el plan de Gestión de Arbolado nos permite elegir correctamente las especies que plantamos en ciudad y ordenar el arbolado de cara a las próximas décadas".
Como especies concretas, se limitaran en la medida de lo posible las repoblaciones con Ulmus, Phytolacca, Ficus y Pinus debido a que presentan un riesgo mayor y a que son especies relativamente abundantes en la ciudad, siendo objetivo de la reposición un aumento de la biodiversidad que permita una mayor resistencia ante posibles plagas.

Las especies a utilizar durante las campañas de reposición se escogerán en función de su capacidad de adaptación al clima, su resistencia a plagas y enfermedades, su mayor resistencia a fracturas y su menor producción de alérgenos y capacidad invasiva.
Además del estudio sobre las especies de reposición, está previsto analizar la necesidad de intervención mediante reposición de arbolado sobre poblaciones envejecidas y con defectos estructurales en determinadas alineaciones.

Fecha última modificación: 13 de marzo de 2023