El primer teniente de alcalde y regidor de Cultura, Javier Bonet, ha calificado de “hito histórico” esta actuación, largamente reivindicada y que será financiada con cargo al Impuesto de Turismo Sostenible con un presupuesto algo superior al millón de euros 

Palma, 16 de abril de 2025. La Comissió de Govern de la Fundació Miró Mallorca ha celebrado este miércoles una reunión extraordinaria durante la cual se han aprobado los pliegos de prescripciones técnicas y administrativas que deben regir la licitación de las obras de restauración del edificio Son Boter, del que es titular la Fundació.

Esta contratación se licitará con un presupuesto máximo de algo más de un millón de euros (concretamente, 1.007.342,12 euros), y su plazo de ejecución será de 16 meses a partir de la formalización del Acta de replanteo.

Esta actuación será financiada con cargo al fondo del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) de las Illes Balears.

La publicación del anuncio de licitación de dicho concurso tendrá lugar el próximo 22 de abril, mientras que las candidaturas podrán presentarse durante un plazo de 21 días naturales, que expirará el 22 de mayo.

En palabras del primer teniente de alcalde y regidor de Cultura, Javier Bonet, el acuerdo adoptado en la Comissió de Govern de la Fundació Miró "supone un hito histórico, ya que se trata de una demanda que durante muchos años no se había podido satisfacer y que ahora se hará realidad gracias a las partidas del ITS".

El regidor ha señalado también que actuaciones como esta "ayudan a Palma a avanzar decididamente en el camino de la excelencia como sede privilegiada del arte y el talento creativo", y, siguiendo sus manifestaciones, "incrementan las opciones de la ciudad para llevar a buen puerto la candidatura de la capitalidad cultural del año 2031, una expectativa en la cual la Fundació Miró y todo su entorno, unidos a la figura irrepetible de Joan Miró, juegan un papel esencial”.

Por su parte, la directora de la Fundació, Antònia Maria Perelló, ha indicado que el inicio de estas obras, "largamente esperadas", representa, en su opinión, "la culminación de un deseo y una obligación, que es la de mantener en buen estado el legado de Joan Miró".

Según Perelló, "la relevancia de estos grafitos, únicos, nos obliga a garantizar su conservación para legarlos en las mejores condiciones posibles a las futuras generaciones, ya que Son Boter y los grafitos de carboncillo de Miró están destinados a ser una de las máximas atracciones de la Fundació Miró Mallorca en los próximos años".

Cabe recordar que Son Boter es una posesión mallorquina que data del siglo XVIII y que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC). Miró adquirió la finca en 1959, y la transformó en su segundo estudio de trabajo, complementando el taller diseñado por Josep Lluís Sert y que el artista ocupaba desde tres años antes.

En Son Boter, Miró realizó numerosos grafitos a carboncillo en las paredes, tratándose de figuras y personajes relacionados con sus esculturas.

El objeto fundamental de la intervención es la rehabilitación del edificio, incluida la restauración de los grafitos de Miró realizados en los muros de las dos plantas del inmueble de Son Boter.