Mañana miércoles, día 27 de abril se celebra en todo el mundo el Día Interncional de la Conciencia sobre el Ruido.

"Trabajamos en el Plan de Acción del Ruido para corregir esta situación y velar por la salud de las personas", ha manifestado Neus Truyol, regidora de Ecología, Agricultura y Bienestar Animal.

Palma, 26 de abril de 2016.- Mañana día 27 de abril se celebra el Día Internacional de Conciència sobre el Ruido. Esta fecha se estableció en 1995 en Nueva York por "The Center for Hearing and Communication" y desde entonces se conmemora cada último miércoles del mes de abril con el objetivo de promover la concienciación sobre los daños que genera el exceso de ruido.

Desde el área de Ecología, Agricultura y Bienestar Animal se ha querido aprovechar esta fecha para recordar la problemática del ruido en nuestra ciudad.

Más del 90% del ruido en Palma tiene su origen en el tràfico. A pesar de esto, y de una forma muy localizada, pueden ser otras fuente ruidosas las causantes de molestias entre los vecinos.

Se tiene que tener en cuenta que nuestra ciudad tiene un índice de motorización de 820 vehículos por cada 1000 habitantes (según datos de 2011). Por comparación, la media española es de 482 y el país con más motorización de la UE es Luxemburgo con 672.

Este dato es el que nos da la idea de la importancia del tráfico por lo que respeta a los problemas de contaminación acústica, así como de emisión de gases contaminantes y contribución al cambio climático.

Consciente de esta realidad, el Ayuntamiento de Palma, a través de su Área de Ecología, Agricultura y Bienestar Animal ha liderado la elaboración de un Plan de Acción de ruidos dirigido fundamentalmente a disminuir el ruido procedente de esta fuente bulliciosa mayoritaria.

Si hacemos una comparativa con otras ciudades españolas y europeas, en cuanto al ruido, en Palma tenemos afectado al 93% de la población por un ruido superior a los 55 dB(A) de Lden. Ciudades como Corunya y Vigo tienen en turno al 90% de su población afectada por bullicios de este nivel; casi un 100% de la población afectada en las ciudades de Getafe y Castelló. Y con el 100% de la población afectada las ciudades de Barcelonés II (Badalona y Santa Coloma de Gramanet en conjunto) y Leganés.

A nivel europeo, la ciudad más ruidosa es Luxemburgo con casi el 100% de la población afectada por un ruido superior a los 55 dB(A) de Lden, seguida de Troyes (Francia) y Ruda Sleska (Polonia).

De todos modos se tiene que destacar que el tráfico rodado, afecta en Europa alrededor de 125 millones de personas en cuanto a niveles de ruido de más de 55 dB(A) de Lden, lo que quiere decir que una de cada 4 personas está afectada.

En cuanto a las consecuencias de estar sometidos a altos niveles de ruido en un largo periodo de tiempo, hay dos tipos de efectos, los fisiológicos y los psicológicos, los cuales se agravan según aumenta el nivel de ruido y según el carácter de la persona afectada. Con las molestias causadas por el ruido, se tiene que tener en cuenta la subjetividad en la percepción de cada persona.

El primer efecto y más habitual cuando una persona está sometida a un ambiente muy ruidoso (80 decibelios durante 8 horas diarias en continuo) es el desplazamiento del umbral de audición (intensidad mínima de sonido para que la oreja humana empiece a sentir), este desplazamiento puede ser temporal o permanente, según la duración del periodo en el cual la persona está sometida a elevados niveles de ruido.

Otros efectos fisiológicos de estar sometidos a elevados niveles de ruido son: aceleración del pulso y taquicardias, aumento de la presión arterial (según personas, a partir de 50 decibelios en continuo se puede presentar esta enfermedad), aumento de la tensión muscular, aumento de la glucosa en sangre y del riesgo cardiovascular, disminución de la secreción gástrica, efectos en el embarazo.

En cuanto a los efectos psicológicos, con los cuales es más difícil establecer una relación causa-efecto debido de al hecho de la subjetividad en la percepción del ruido, se pueden dar las siguientes patologías: estrés, perturbación del sueño (a partir de 40 decibelios en continuo ya se puede manifestar este efecto según la sensibilidad de la persona), fatiga, agresividad e irritabilidad, reducción de la concentración y el aprendizaje (a partir de 35 decibelios se perturba la comunicación en clase) y en casos más graves ansiedad, angustia, depresión y aislamiento social (a partir de 60 decibelios en continuo, y según la persona, ya pueden aparecer estas patologías).

Ante todos estos datos, Neus Truyol, regidora del área ha manifestado "que trabajamos para vivir en una ciudad verde y saludable, tenemos que evitar que buena parte de la población esté sometida a ruidos que afectan su salud. Esperamos que con el Plan de acción de ruidos podamos avanzar para corregir esta situación".